Fue un encuentro de amigos

“El joven poeta tiene que estar  en contacto con la gente”

La literatura siempre se ha visto vinculada con el periodismo

María Milagros Contreras

La XII Feria Internacional del libro de la Universidad de Carabobo, en el salón Andrés Bello estuvo abarrotada de personas que ansiosamente participaron en el foro  “Tras las huellas del Periodismo Cultural Carabobeño”, con la participación de los poetas Reynaldo Pérez Só, Luís Alberto Angulo y Carlos Giusti,  con la moderadora  licenciada Liliana Lozano.

Liliana Lozano, moderadora del foro y Comunicadora Social,  comentó que “Tras las huellas del Periodismo Cultural Carabobeño” tiene su génesis en un Trabajo de Maestría en literatura venezolana de la Universidad de Carabobo. Además, agregó que fue un conversatorio en donde descubrieron que, fue un encuentro de amigos y que sirvió para que el poeta Giusti  haya venido.

“Cuando me puse a seguirle las huellas, precisamente a qué había pasado con el Periodismo Cultural en este estado, me interesaba mucho la literatura venezolana  y vincular  lo que había  sido lo del Trabajo de Grado con lo que soy como profesional de la Comunicación Social”, agregó Lozano.

Asimismo, acotó que se tropezó con “La Bicicleta” quien fue dirigido por el Poeta Reynaldo Pérez Só,  durante los años 1985-1986, donde  fue un  hecho muy afortunado , fue una opción que el poeta Joaquín Burgoz le dio,  ya que le aconsejó que cualquier cosa que hiciera había que chequear “La Bicicleta”, ya que tiene páginas  literarias, de poesías.

“La Bicicleta” alcanzó 55 números y tuvo una característica particular, ya que tuvo la intención de vincular los libros literarios de la narrativa con los géneros periodísticos, había ensayos, entrevistas, encuestas, y empezó con dos páginas y terminó con cuatro. Esta investigación  tuvo otros antecedentes  como la publicación del periódico “Telón” dirigido por Luis Angulo y con una “Revista Sol”

Luis Alberto Angulo, poeta comentó que todo comenzó como una aventura donde lo referente fue la Universidad de Carabobo y participó elaborando una página cultural en la “Revista poesía de la Cultura”.

Angulo considera que el periodismo es algo cultural y que no es diferente al periodismo normal, no se escapa de las determinaciones políticas, económicas,  y habló sobre su participación en el periódico “Hora Cero” y comentó que hubo un día que  el periódico no salió  y “Taleón” resolvió hacer tres páginas y la cuarta, hacer los poemas escritos a mano. Acotó que  su mayor experiencia  fue presentar desde otra perspectiva la realidad cultural y contó con la dicha de colaborar con “La Bicicleta”

Carlos Yusti, Artista Plástico y poeta, agradeció su participación en el foro que fue un encuentro con los amigos, la familia, con colegas  y demás personas, comentó que no ha participado en un periódico cultural, a su vez que no escribía literatura sino que se reunía con sus amigos  a beber y hablaban de literatura...decidimos un día hacer una revista, una revista distinta, la primera revista,  fue pura  multigrafia, Cien páginas, poesías ensayos; luego hicieron el segundo número, le colocaron 100 pelos uno a cada página  “cuando uno se pone a escribir no tiene idea en que papel se metió, y con las palabras hay que ser muy paciente y tener mucho cuidado al expresarlas, “La bicicleta” y “Taleón”  fueron unos de los que publicaron mis textos. Acotó Yusti...

Reynaldo Pérez Só, Medico Cirujano y poeta ,  comentó que “La Bicicleta” no fue idea de él, sino de Laura De Santillana, al mismo tiempo acotó que cuando salió por primera vez se llamaba “La Bicicleta Voladora” y una vez que Laura de Santillana se retiró debido algunos roces, ella decidió que “La Bicicleta” saliera donde realizó un letra “Voladora” y entonces fue ahí donde el poeta Reynaldo Pérez Só la agarró.

Pérez, comentó que fue en el liceo donde empezó su carrera como escritor, poeta, ya que sacaron un periódico de espiritistas, donde hubo cuentos, poesías, traducciones, fotografías, y al mismo tiempo hablar de la ciudad. Además, comentó que “nosotros  jamás recibimos un centavo, pero la alegría  en trabajar en una imprenta era tan grande que no nos importaba...”